En la comunidad de Licto, ubicada en la provincia de Chimborazo en Ecuador, 20 familias han sido beneficiarias de un proyecto de agricultura sostenible que les ha permitido cultivar chacras andinas y mejorar su seguridad alimentaria.

Las chacras andinas son una técnica de cultivo ancestral que se ha practicado en la región andina durante siglos. Consisten en la utilización de terrazas en la ladera de las montañas para sembrar una diversidad de cultivos como papas, maíz, habas, quinua, entre otros. Estas terrazas permiten aprovechar al máximo el terreno montañoso, evitando la erosión del suelo y garantizando una mayor productividad agrícola.

Gracias a la implementación de este proyecto en la comunidad de Licto, las 20 familias beneficiarias han logrado diversificar sus cultivos y mejorar su dieta alimentaria. Anteriormente, se dedicaban principalmente al cultivo de papas y cereales, pero ahora cuentan con una variedad de alimentos que les brindan una nutrición más balanceada.

Además, la agricultura andina promueve la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales. Las prácticas agrícolas tradicionales de la región andina respetan el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, evitando el uso de químicos y pesticidas que dañen el medio ambiente.

El proyecto ha sido posible gracias al apoyo de organizaciones locales y internacionales que han brindado asistencia técnica, capacitación y financiamiento a las familias de Licto. Se han implementado sistemas de riego eficientes, técnicas de conservación de suelos y semillas criollas adaptadas a las condiciones climáticas de la zona.

Además de mejorar la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias, el proyecto de chacras andinas en Licto ha contribuido al empoderamiento de las mujeres y jóvenes de la comunidad, quienes han participado activamente en todas las etapas del proceso de cultivo y cosecha.

En definitiva, este proyecto ha demostrado los beneficios de la agricultura sostenible y la importancia de preservar las prácticas agrícolas tradicionales en la región andina. Las 20 familias de Licto que han sido beneficiarias de las chacras andinas han podido mejorar su calidad de vida y garantizar la alimentación de sus familias de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Sin duda, un ejemplo a seguir para otras comunidades rurales de la región.